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Foto del escritorUnited Peruvian Youth

LA IMPORTANCIA DEL VOLUNTARIADO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SOCIEDADES DEMOCRÁTICAS Y PACÍFICAS

Por: Marielena Castillo Torres (@mar_i_elena_) y Kimberly Kiara Rosas Tejada (@kym.rosas.t)


El voluntariado representa una expresión tangible de ciudadanía activa, donde individuos comprometidos contribuyen con su tiempo, habilidades y energía de manera altruista para abordar diversas necesidades sociales. Dicho aporte toma mayor relevancia en el contexto de la construcción de sociedades democráticas, ya que el voluntariado desempeña un papel fundamental al fortalecer los cimientos de la participación cívica, la solidaridad y la responsabilidad. Es así que su importancia radica en su capacidad única para impulsar el cambio positivo a nivel comunitario y global. No obstante,  ¿cuáles son los alcances de dichos aportes?, ¿cómo se manifiestan en el ámbito internacional y local? y, finalmente, ¿qué desafíos se requieren afrontar para lograr un mayor impacto? Para dar respuesta a dichas interrogantes se procederá a reseñar los desafíos de las sociedades democráticas, así como la relación del voluntariado con la democracia y la paz. 


A continuación, se analizará la actividad de la Asociación United Peruvian Youth como ejemplo paradigmático de voluntariado en el Perú, asimismo, se reseñará la experiencia internacional a través de organizaciones de gran envergadura como la de los Cuerpos de Paz. Finalmente, se identificarán los retos más apremiantes del voluntariado para la construcción de la sociedades democráticas y se propondrán soluciones a partir de la sociedad civil.


Las actuales sociedades se encuentran bombardeadas con un cúmulo de interacciones multidireccionales, sometiéndose a una constante polarización que desemboca en conflictos internos. La democracia, que siempre había ostentado el rol de ser la vía más propicia para el desarrollo de las naciones, se ha desprovisto de su sentido de representatividad y efectividad. Tan solo en el año 2019, un 14.3% de la población peruana había participado en alguna manifestación o protesta (Carrión et al. 2020). Si bien el porcentaje no muestra un número que aparente ser alarmante, la realidad es que aquello posiciona al país como uno con los niveles más altos de participación de la región en lo que respecta a protestas sociales. 


Esa cifra, ciertamente, no es un buen augurio y da oportunidad a un crecimiento más exponencial a lo largo del tiempo. A ello se le suma los actuales conflictos que se han desarrollado a partir de situaciones o decisiones políticas. Por ejemplo, en el año 2022, Perú sufrió uno de los periodos más largos de inestabilidad, implicando no solo a los sectores sociales o políticos; sino, trayendo consecuencias en el campo económico u otros. Otro ejemplo es que la Defensoría del Pueblo (2022), en su Reporte de Conflictos Sociales n°223, mostró que sólo en el mes de septiembre se habían realizado más de trescientas acciones colectivas de protesta, de las cuales casi un tercio estaban relacionadas al sector laboral y sindical, y donde la región Loreto lideraba con un número apabullante de veintinueve casos de conflicto. 


En ese trasfondo, la polarización fue inevitablemente explícita mediante las redes sociales; en las que, miles de comentarios, en lugar de plantear o fomentar la creación de soluciones y la generación del diálogo, preferían seguir alimentando las percepciones diferenciadas y acrecentar las rupturas ya existentes. En ese sentido, la polarización no sólo fragmenta a la sociedad y dilata los conflictos sociales; sino que, debilita la noción de democracia del ciudadano y, a largo plazo, aquello merma en el sistema nacional. Entonces, la interrelación entre el voluntariado y la democracia desempeña un papel esencial en el fortalecimiento de la cohesión social. Como manifestación activa de la ciudadanía, el voluntariado contribuye directamente a la consolidación de los principios democráticos y, simultáneamente, promueve la cohesión social de diversas maneras. 


La participación ciudadana activa se evidencia en la democracia participativa, donde el compromiso voluntario convierte a los individuos en agentes activos en la toma de decisiones comunitarias, fortaleciendo así los procesos democráticos. Además, la inclusión y diversidad inherentes al voluntariado fomentan la cohesión social al superar barreras y fomentar la comprensión mutua entre personas de distintos orígenes.

El fortalecimiento de la sociedad civil es otro aspecto clave, porque el voluntariado actúa como contrapeso a las instituciones gubernamentales al ejercer un papel de control social en áreas cruciales como la educación, salud y medio ambiente. A nivel individual, el voluntariado contribuye al desarrollo de habilidades ciudadanas mediante una educación cívica práctica, cultivando habilidades esenciales como el trabajo en equipo y la resolución de problemas. 


Asimismo, la construcción de capital social se materializa a través de las redes y relaciones sólidas que el voluntariado promueve, contribuyendo a una sociedad más resiliente y solidaria. En síntesis, la dinámica interacción entre el voluntariado, la democracia y la cohesión social enriquece las comunidades y la sociedad en su conjunto, nutriendo tanto los fundamentos democráticos como la fortaleza de los lazos sociales.


Por otro lado, es necesario volver a enfatizar que el voluntariado es la oportunidad que el ciudadano tiene para accionar e impactar de manera directa en su localidad, transformándolo en un agente de cambio que protege el desarrollo óptimo de la sociedad. Los actuales Objetivos de Desarrollo Sostenible son bastante integrales, pero la participación activa se concentra en aquellos que buscan la mitigación o adaptación de medidas relacionadas al cambio climático. La búsqueda de sociedades pacíficas ha quedado relegada, pese a que es parte intrínseca de la solución a los problemas globales. 


Según un informe del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (2018), en el año 2016, los voluntariados superan el número de personas empleadas en los diez países más poblados del mundo. Una cifra esperanzadora en el sentido de participación activa. Eso demostraría una preocupación por el cambio social que puede ser transformada en la vía para fortalecer los mecanismos de participación democrática y trabajar por sociedades más justas, que deriven en contextos de paz e igualdad. 


Pero, de manera específica, ¿cómo podría relacionarse íntimamente el desarrollo de voluntariados con el fomento de la paz? El Objetivo de Desarrollo Sostenible número dieciséis, Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, nos puede vislumbrar con una respuesta aproximada. En base a las Naciones Unidas (2018), el ODS 16 busca la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas y, para ello, requiere de instituciones eficientes y justas.  Los voluntarios pueden ayudar en la construcción o deconstrucción de instituciones que apoyen esta causa y fortalecer, no solo a los mecanismos de su sociedad, sino a ellos mismos como líderes de cambio.


Tomando eso en cuenta, los voluntariados tienen la posibilidad de crear redes de diálogo efectivas, interculturales y enriquecidas con múltiples perspectivas, que brinden soluciones a los dilemas complejos actuales. También, esas redes amplían la participación de los países en diferentes eventos gracias a los líderes emergentes y se garantiza la disminución de barreras en el sentido de la democratización de información. Entonces, al final, el voluntariado crea redes de personas con un sentido transformador, capaces de promover acciones que construyan sociedades pacíficas, generando un mejor mañana. 


El impacto de las organizaciones juveniles en la promoción de los valores democráticos y de paz en el Perú  se evidencia en el caso paradigmático de la Asociación United Peruvian Youth,  activa desde 2019 en el escenario nacional. Pese a que su aporte en la construcción de sociedades democráticas puede abordarse desde distintas áreas como la divulgación de artículos académicos o el empoderamiento de jóvenes y adolescentes, se resalta el programa Project Hub. Dicha plataforma actúa como incubadora de proyectos, en el que su enfoque se centra en mejorar la Educación de Calidad (ODS4). Actualmente, 11 jóvenes diseñan nuevos proyectos y 19 están finalizando la fase del curso, entre ellos resalta la iniciativa "Educación Adaptativa: Fortaleciendo Docentes líderes del cambio". 


Dicho proyecto es un esfuerzo consciente por equipar a los educadores con habilidades para enfrentar los retos de los tiempos actuales. La aplicación de metodologías innovadoras, especialmente adaptadas al entorno digital, busca no solo mejorar las capacidades de los docentes, sino también democratizar la educación y catalizar una transformación más amplia en la comunidad educativa. Al centrarse en la adaptación y la anticipación de las demandas contemporáneas, esta iniciativa busca no solo responder a los desafíos, sino también forjar un camino hacia el futuro de la educación y formar agentes activos de cambio.


En lo que respecta al campo internacional, uno de los ejemplos que más resalta sobre el trabajo voluntario para la construcción de sociedades pacíficas es el proveniente de los Cuerpos de Paz; en el cual, ciudadanos estadounidenses prestan sus servicios por dos años en diferentes lugares del mundo, con beneficios incluidos y orientación constante. Según el Gobierno del Perú (2015), los cuerpos de Paz han estado presentes en el país desde 1962, teniendo a más de tres mil voluntarios activos en toda su historia. Ello ha facilitado situaciones de interculturalidad, transculturalidad, fortalecimiento de lazos diplomáticos entre las naciones y el desarrollo de proyectos que fortalecen las comunidades seleccionadas para impactar. Asimismo, el hecho de que la cooperación internacional mejore, crea la exigencia de una óptima interoperabilidad del sector público nacional en respuesta. Esto conlleva a la creación de estrategias para mejorar la eficacia de las instituciones públicas, logrando de esa manera una parte primordial del ODS 16. 


Sin embargo, las organizaciones de voluntariado se encuentran ante una serie de desafíos que pueden incidir en su capacidad para cumplir sus objetivos y potenciar su impacto. De acuerdo a Joaquín García Roca, los desafíos del voluntariado se dividen en tres categorías: políticos, económicos y espaciales.  Ante dichas categorías se plantea agregar un reto adicional que es el reclutamiento y retención de voluntarios comprometidos, requiriendo esfuerzos constantes para crear experiencias significativas y alinear oportunidades con las habilidades e intereses de los voluntarios. 


La sostenibilidad financiera también figura como un desafío crucial, ya que la competencia por donaciones y subvenciones puede ser intensa, haciendo imperativa la diversificación de las fuentes de ingresos. Además, la coordinación efectiva de un grupo diverso de voluntarios presenta su propio desafío, exigiendo el desarrollo de sistemas eficientes de comunicación y coordinación. La medición del impacto de las actividades de voluntariado es otro desafío destacado, demandando el establecimiento de métodos efectivos de evaluación. 


La gestión de riesgos y la responsabilidad legal constituyen otro obstáculo, involucrando la implementación de políticas para garantizar la seguridad de los voluntarios y la integridad de las actividades. La promoción de la diversidad e inclusión, la adaptación a la tecnología, y la colaboración efectiva con otros actores son también desafíos críticos que las organizaciones de voluntariado deben abordar de manera proactiva para mantener su resiliencia y maximizar su impacto en las comunidades que sirven.


Después de todo lo previamente presentado, hay algunas certezas inevitables de eludir: El voluntariado orienta el fortalecimiento de mecanismos democráticos, educa y encamina a nuevos agentes de cambio, y exige una participación activa de parte de las instituciones nacionales para cumplir con las expectativas o proyectos propuestos, mejorando la interoperabilidad estatal.


A su vez, hay desafíos por abordar, como los recursos financieros, los recursos de apoyo legal o la incorporación de más ciudadanos en organizaciones de voluntariado para acrecentar la participación a escalas significativas. De igual forma, debe enfatizarse la labor para apaciguar los conflictos sociales y no solo enmarcar las acciones bajo un marco medioambiental. Es notorio que hay mucho por trabajar y las necesidades variarán ineludiblemente para cada sociedad del mundo; por ello, los sistemas nacionales deben tratar al voluntariado como un bien activo, que puede transformar sus contextos desfavorables en realidades más justas y pacíficas. La solución existe y, definitivamente, se encuentra en las acciones filantrópicas de cada ciudadano. 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Carrión, J., Zárate, P., Boidi, F. y Zechmeister, E. (2020). Cultura política de la democracia en Perú y en las Américas, 2018/19: Tomándole el pulso a la democracia. Lima. https://www.vanderbilt.edu/lapop/peru/AB2018-19-Peru-Country-Report-Final-W-200811.pdf 


Defensoría del Pueblo. (13 de octubre del 2022). La Defensoría del Pueblo registró 211 conflictos sociales durante el mes de septiembre de 2022. Noticia Nacional, Defensoría del Pueblo.   https://www.defensoria.gob.pe/la-defensoria-del-pueblo-registro-211-conflictos-sociales-durante-el-mes-de-septiembre-2022/ 


García Roca, J. (1994). Solidaridad y Voluntariado. Editorial Sal Terrae. 

Gobierno del Perú. (13 de noviembre del 2015). El Cuerpo de Paz en Perú recibe a 36 nuevos voluntarios. Plataforma digital única del Estado Peruano. https://www.gob.pe/institucion/apci/noticias/111189-cuerpo-de-paz-en-peru-recibe-a-36-nuevos-voluntarios 


Jiménez Morales, O. (2015). Los jóvenes y la democracia: retos y perspectivas para el ejercicio 

de su ciudadanía. Tla-melaua, 8(37), 30-49.

Macassi L, Sandro. (2002). Participación juvenil en el contexto de recuperación democrática. 


Última década, 10(16), 189-199. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22362002000100008 


Naciones Unidas. (2018). La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe (LC/G.2681-P/Rev.3), Santiago. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/cb30a4de-7d87-4e79-8e7a-ad5279038718/content 


Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas. (2018). Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo 2018: El lazo que nos une. Voluntariado y resiliencia comunitaria. https://www.un-ilibrary.org/content/books/9789210040433/read 


Silva Peralta, Y., de Vega, R. E., López, A. B. (2013). Liderazgo y voluntariado en organizaciones no lucrativas. FACES, 19(40-41), 149-157. http://nulan.mdp.edu.ar/id/eprint/1905


United Peruvian Youth. (2021). Impacta - United Peruvian Youth. https://www.unitedperuvianyouth.com/upy-impacta 

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